La epilepsia es una enfermedad crónica que se encuentra entre las principales y más frecuentes dentro del ámbito neurológico, pudiendo conllevar una gran discapacidad en los pacientes que la padecen. Se produce por una actividad eléctrica anormal en el cerebro, y cuando esto sucede de forma recurrente y no provocada, se denomina Epilepsia.
Existe diferentes formas de clasificarlas. Las epilepsias focales son aquellas en las que el foco epileptógeno se encuentra en un área delimitada del cerebro y puede dar síntomas tan diferentes como un movimiento anormal en un brazo o pierna, alteraciones sensitivas o incluso visuales según el área del cerebro afecta; por otro lado, en las epilepsias generalizadas la actividad eléctrica se produce en toda la corteza cerebral de forma síncrona y bilateral y el resultado clínico es la crisis epiléptica que es socialmente más conocida.
A su vez, la epilepsia puede deberse a causas genéticas (también conocidas como idiopáticas), causas estructurales (traumatismos, ictus u otros daños cerebrales), causas metabólicas, inflamatorias o desconocidas.
El objetivo del tratamiento es controlar el número e intensidad de las crisis y reducir el riesgo de presentar un nuevo episodio. La elección del tipo de fármaco se basa en las características y comorbilidad del paciente y tipo de epilepsia.
¿Qué ofrecemos?
- Valoración clínica de la primera crisis epiléptica en el adulto.
- Estudio etiológico de la Epilepsia y tratamiento individualizado.
- Estudio y tratamiento de epilepsias focales y generalizadas.
- Neuroimagen de alta resolución con resonancia de 3 Teslas y protocolos específicos.
- Electroencefalograma.
- Estudios metabólicos y genéticos.
- Estudio de episodios paroxísticos no epilépticos.